Hoy te presentamos;
Sueños Dorados.
Trata de; Sueños.
Ésta es la historia de Samanta e Isabella, dos hermanas que nacieron con un don y soñaban con cumplir su más grande sueño, pero a lo largo del camino, para llegar a él, pasaron por dolorosas situaciones, pero ellas lo pudieron atravesar, porque eran fuertes, muy fuertes dentro de su corazón.
Eran a finales de 1990, una tarde de un viernes, bastante calurosa, exactamente el 29 de diciembre, en la república Argentina, nació una hermosa niña a la que sus orgullosos padres llamaron “Isabella”, la cual nació con un don, de cantar tan hermoso como melódico. 2 años después, el 12 de junio de 1992 sus padres tuvieron otra bella hija, a la cual llamaron “samanta” con un don, y ese también era de cantar tan hermoso e incomparable. Los siguientes años de su infancia fueron los más hermosos de su vida, junto a sus padres. Pero su padre era adicto a los juegos de azar, era alcohólico, tiraba todo su dinero en apuestas. Su Madre era demasiado buena, era la mujer más comprensiva y amorosa del mundo, pero bajo los efectos del alcohol que su padre consumía, lo hacia enloquecer, tanto así que al llegar a su casa, golpeaba a su esposa todos los días. Y Así fueron transcurriendo los años, las niñas veían como sus padres iban matando su amor… Ellas no podían hacer nada por su madre, ni ella misma escaparse del enemigo que se había convertido su esposo, ¿Dónde ir con dos niñas pequeñas? Ya que había elegido el amor de su vida, y no su familia. La mujer tan desesperada siempre revisaba todo lo que su esposo tenía, entre sus cosas encontró la evidencia suficiente como para saber que el tenía otra mujer, y pronto la abandonaría junto a sus dos hijas. El hombre pronto se fue con su nueva mujer, dejándole a su esposa la casa en donde vivían y dejándole sus dos bellas hijas. La mujer tan cansada ya, después de casi 20 años de no ver a su familia, fue a pedirle perdón, y sus padres y hermana, por supuesto la aceptaron, con sus dos hijas, a las cuales no conocían. La madre con Samanta e Isabella de 10 y 12 años se instalaron junto a su tía y sus abuelos. Casualmente su tía Gabriela trabajaba en un estudio de grabación con bandas muy famosas y cantantes. Ambas niñas amaban cantar, amaban la música y soñaban con ser grandes estrellas de la música, su tía las ayudaba mucho, Siempre cantaban donde sea, hacían mini presentaciones en su escuela, en cafeterías, bares, etc. Siempre ovacionadas por el público. 1 años después, Samanta de 11 años, Enfermó gravemente del corazón, tanto así que necesitaba un trasplante de corazón. Su Hermana Isabella estaba preocupada, y sin mencionar su mamá porque no se conseguían donadores y el tiempo se acababa… Su mamá quería ver que su hija cumpliera su sueño, algo que anhelaba con todas sus fuerza. No mucho tiempo después, la familia recibió la noticia más motivadora hasta el momento, era que se había conseguido el donador, y la operación sería tan pronto se firmaran papeles y trámites. Tras 8 horas de operación, Samanta salió sana y salva, renovada como para seguir adelante con hasta ahora su único sueño, pero faltaba alguien que no la había visto después de la operación y era su mamá, ella le preguntó cuidadosamente a su hermana mayor: -Isa, ¿Dónde está mamá?- Inmediatamente Isabella le entregó una carta, que era de su mamá, esta decía: “querida hija mía: seguro cuando estés leyendo esta carta, tendrás un corazón muy fuerte, y tendrás unas fuerzas increíble para cumplir tu sueño, el cual compartes con isa. De Ahora en más, no estaré físicamente ahí contigo, pero te prometo que donde sea que vaya te cuidaré, y te ayudaré a cumplir tu sueño, siempre te voy a amar, no lo olvides, no llores, y trata de no extrañarme, yo fui quien te donó ese corazón que hoy tienes, porque quiero verte triunfar junto a tu hermana, quiero verlas que revolucionen el mundo, porque son lo más especial que la vida pudo darme, y las amo con todo mi corazón, solo quiero que desde hoy luchen por su sueño, día a día. Algún día las volveré a ver y a abrazar, su tía Gabriela será su tutora, y ella hará todo por ustedes, las amo hijas, y no lloren. Mamá” Samanta no podía creer, en ese momento lloró desconsoladamente, pero ya era tarde. Isabella y Samanta se abrazaron Fuertemente como nunca lo habían hecho antes, y entonces en ese momento se prometieron a si mismas, cumplir su más grande sueño. Pasando el tiempo, ellas se enfocaron mucho más en la música, aprendían a tocar instrumentos, notas musicales, etc. Su tía las ayudaba mucho, ya que ella se dedicaba a trabajar en la industria musical.
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